¿Ganar músculo o quemar grasa? Puede que no se trate de una cuestión trascendental pero, para las personas que queremos ponernos en forma, es casi una duda diaria cuando tenemos que decidir cómo emplear el poco tiempo del que disponemos para dedicarlo a una actividad deportiva, para que el ejercicio realizado cumpla con todos nuestros objetivos. Unos amigos nos recomiendan que nos machaquemos en la sala de musculación y otros que no paremos de sudar corriendo en la cinta o con un buen ritmo en la bicicleta estática o en la elíptica. Y si no lo tenemos tan claro… ¿por qué tenemos que elegir? El body pump puede ser la respuesta que buscas.
¿Qué es el body pump?
Precisamente con la idea de aunar ambos tipos de ejercicio nació a finales del siglo XX en Australia el body pump, una actividad deportiva que combina el ejercicio anaeróbico de levantamiento de pesas con ritmos más aeróbicos, propios de una clase de aeróbic o step. Sus creadores, la cadena de fitness Les Mills, idearon un programa que combinara ambas actividades en clases de una hora de duración, con lo que las personas que se animaban –y siguen haciéndolo en los muchos gimnasios que ya lo ofrecen– pudieran cubrir un rango más completo de ejercicio físico sin tener que elegir sólo un tipo de actividad por falta de tiempo o ganas.
Además, las personas que se aburren con las clásicas repeticiones de las tablas de musculación, o que se sientan un poco intimidadas en esas zonas del gimnasio ante musculitos que levantan pesos casi imposibles, encuentran en el body pump la alternativa para tonificar sus músculos sin complejos puesto que, aunque es una clase colectiva, cada uno elige el peso que levanta en función de su capacidad y de su condición física.
Zumba® en Oxigeno
Entrenamiento Funcional